Conozca Vicente Aguilar Cerezo

Entrevista a Vicente Aguilar Cerezo de la revista «Vida y Éxito» de noviembre 2011 por Daniel Zueras.

«Vicente Aguilar, español, dueño del restaurante La Lluna de Valencia, en Costa Rica, se declara un artesano de la cocina, que ha hecho de su negocio una experiencia única y divertida.»

¿Cómo llegó a Centroamérica?
Llegué a Nicaragua en 1980. Mi capital eran US$200 y una mochila cargada de ilusiones. Trabajé también en El Salvador y República Dominicana, antes de establecerme en Costa Rica.

La cocina no fue su primer oficio…
En Valencia (España) ingresé a los frailes con 10 años, y salí a los 30, ya hecho un hombre. Trabajé en la universidad en El Salvador, con los Jesuitas, y de ahí pasé a dirigir proyectos de cooperación internacional con Naciones Unidas y la Unión Europea en distintos países de la región.

¿Cómo empezó con los fogones?
Me gustaron desde niño, pero en 1990 empecé a trabajar por encargo para empresas y familias, en Costa Rica, haciendo paellas (plato típico español por excelencia). Ese año volví a Nicaragua, a un proyecto de cooperación, y en 1994, fui a República Dominicana.

Y regresó a Costa Rica…
En 1995. Quería hacer un restaurante mediterráneo, pero no había definido la
idea. En octubre mi mujer ya estaba desesperada. El 1° de diciembre le dije: “Ahora sí”. El 31 de diciembre de ese año teníamos aquí a 100 personas. A las 4 de la mañana le dije que cerraríamos hasta el 14 de febrero, día de los enamorados.

¿Qué hizo en ese tiempo?
Madurar la idea de un restaurante diferente. Preparé un esbozo de menú. Empecé con apenas tortilla española, embutidos, paella, ensaladas, sangría, sardinas marinadas, queso manchego y jamón serrano. Yo cocinaba y mi mujer atendía y cobraba.

¿Fue un éxito inmediato?
A los dos años encargué una encuesta a Unimer, con 400 clientes. El resultado
que me dieron fue: “Va a ser un éxito”. Puedo decir, tras 15 años, que cada año ha sido un poquito mejor que el anterior. Hemos crecido sostenidamente, no con un boom, no somos un restaurante de moda, sino clásico, lo que garantiza la calidad.

Foto: Carlos León

¿Por qué ese triunfo?
Visualicé que a la población costarricense le encanta el arroz, en todas sus formas. Y además, les fascina todo lo que llega de España, desde la música hasta la gastronomía. Eso, unido a hacer las cosas bien y con mayor calidad, es parte del éxito.

En breve podremos ver sus productos en los supermercados.
Próximamente estaremos introduciendo en el mercado productos importados de alta calidad en mariscos, paellas, aceites, jamones, enlatados… Se llamará Caprichos de Vicente Gourmet. Aprovecharemos la imagen de Vicente y de La Lluna, mi prestigio, para que sea un éxito.